Datos y cifras: agua y mujer

06 noviembre 2007

 

El agua en el centro de las tareas tradicionales de la mujer

En muchas sociedades, el agua forma parte de las responsabilidades tradicionales de la mujer: recoger y almacenar el agua, cuidar de los hijos, cocinar, limpiar y velar por la sanidad del entorno. Estas tareas suponen a menudo un día entero de trabajo; en algunas regiones, las mujeres pasan cinco horas al día recogiendo leña y agua y hasta cuatro horas preparando la comida. En África, el 90\% del trabajo de recolección de agua y leña, para el hogar y para preparar la comida, lo realizan las mujeres. Facilitar el acceso al agua potable cerca de los hogares puede reducir notablemente la carga de trabajo de la mujer, dejándole tiempo libre para otras actividades económicas. A las hijas, este tiempo puede servirles para asistir a la escuela.

Según la Alianza de Género y Agua, mejorar las condiciones sanitarias es de vital importancia para la mujer pues ello le proporciona “mayor privacidad, comodidad, seguridad, dignidad y prácticas seguras de higiene en la familia”.

La mujer desempeña un papel clave en la educación de los niños sobre el agua. Su interés por concienciar acerca del tema del agua es importante para ellas puesto que son ellas las que se preocupan del cuidado del hogar y las enfermedades de los niños, a menudo provocadas por al agua contaminada o la falta de higiene: cada año, mueren cerca de dos millones de niños a causa de enfermedades relacionadas con la diarrea. Educar a los niños para que se laven las manos sigue siendo un medio muy simple y eficaz de prevenir tales enfermedades.

El papel de la mujer en la agricultura y la seguridad alimenticia

Las mujeres son también las principales productoras y proveedoras de alimentos del mundo y asumen un papel cada vez más relevante en la agricultura, en parte provocado por la migración rural de los hombres a las ciudades. Pero a menudo las mujeres siguen siendo infravaloradas en las políticas de desarrollo. La repartición del trabajo agrícola entre hombres y mujeres tiende a confinar el papel de la mujer a las funciones del hogar: sin paga y sin registro estadístico, el trabajo de la mujer en la agricultura está poco reconocido.

Sin embargo la mujer demuestra ser una buena agricultora, obteniendo a menudo mejores resultados gracias a su consciente aportación al trabajo y atención a una gestión detallada. Pero con demasiada frecuencia, no se le dan los medios para que produzcan tanto como los hombres – diversos estudios coinciden en decir que las economías nacionales mejorarían considerablemente si las políticas permitieran que la mujer contribuyera en mayor medida a la producción agrícola.

Compartir

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

El agua es vida, pero ¿Qué pasa cuando no tenemos acceso agua de calidad?  ¿Sabes a qué enfermedades nos exponemos?   ¿Qué sabes sobre el tema?

¡Pon a prueba tus conocimientos en este tema! ¡Y diviértete!

 Ir a la trivia