¡El Mar de Aral se está secando!

26 abril 2010

05 de abril de 2010
Fuente: (AP)

El Mar de Aral es un lago o mar cerrado, situado en Asia Central. Se encuentra entre Kazajistán y Karakalpakia, región autónoma de Uzbekistán. Desde los años 60, la superficie del Mar de Aral se ha reducido debido a los trasvases de agua de los ríos que confluyen en él.

Durante la época soviética se empezó a desviar agua de los ríos Amu Darya y Syr Darya para regar cultivos en Uzbekistán y Kazajistán.

Lo que queda del Mar de Aral está también muy contaminado, en gran medida como resultado de pruebas de armas, proyectos industriales y el vertido de residuos de fertilizantes en la época soviética.

Los trasvases de agua desde los ríos Amu Darya y Syr Darya para el regadío de cultivos han reducido de manera espectacular el volumen del Mar de Aral en los últimos 40 años. Esto ha provocado una catástrofe ecológica, tal vez la más grave del planeta, tanto para el mar como para la región circundante.

La Unión Soviética decidió en 1918 desviar parte del agua de estos grandes ríos de Asia Central, para poder desarrollar cultivos de regadío en el desierto de Asia Central. De esta manera, el Asia Central soviética comenzó a producir arroz, melones, cereales y, muy en especial, algodón. La Unión Soviética pretendía convertirse en uno de los principales productores mundiales de algodón, y lo consiguió. En la actualidad, Uzbekistán es uno de los mayores exportadores de algodón en el mundo.

La superficie del Mar de Aral se ha reducido actualmente en un 60 %, y su volumen en casi un 80 %. En 1960, el Mar de Aral era el cuarto lago mayor del mundo, con un área aproximada de 68,000 km², y un volumen de 1100 km cúbicos. En 1998, ya había descendido hasta 28,687 km², el octavo lago del mundo, dejando a su paso embarcaciones encalladas por toda su superficie.

El ecosistema del Mar de Aral y de los deltas de los ríos que confluyen en él está prácticamente destruido, en gran medida por la altísima salinidad. Además, la tierra en torno al mar está muy contaminada, y las personas que viven en la región sufren de escasez de agua dulce, unida a problemas de salud diversas. La contracción del mar ha dejado extensas llanuras cubiertas de sal y de productos tóxicos, que son arrastrados por el viento a las zonas habitadas. La población cercana al Mar de Aral presenta una incidencia elevada de ciertas formas de cáncer y enfermedades pulmonares, entre otras patologías.

Toda una agonía de un mar, desgraciadamente que hace pensar los daños que produce cuando las ideologías predominan sobre las personas y las cosas,haciéndolo desaparecer de la faz de la tierra, algo que la naturaleza a creado en millones de años.

Secretario de ONU dice que Mar de Aral es un “desastre terrible”.

04 de Abril de 2010, 03:37pm ET

NUKUS, Uzbekistán (AP) – El cada vez más seco Mar de Aral es uno de los desastres ambientales más impactantes del planeta, dijo el domingo el secretario general de la ONU mientras instaba a líderes de Asia central a realizar esfuerzos para solucionar el problema.

Uno de los cuatro lagos o mares interiores más grandes del mundo, el Mar de Aral, se ha reducido en un 90% desde que los ríos que lo alimentan fueron desviados en su mayoría por un proyecto de la era soviética para impulsar la producción de algodón en la árida región.

El encogido mar ha arruinado la alguna vez sólida economía pesquera y dejó barcos pesqueros encallados en páramos de arena, inclinados como su hubieran caído del cielo.

La evaporación del mar ha dejado mantos de arena con alto contenido de sal, que el viento transporta tan lejos como Escandinavia y Japón, ocasionando problemas de salud a los residentes locales.

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, realizó una gira sobre el área en helicóptero como parte de una visita a las cinco naciones de la ex Asia central soviética.

Su viaje incluyó una escala en Muynak, Uzbekistán, una población que estuvo alguna vez en la ribera donde un muelle se extiende bizarramente sobre un desierto gris y se encuentran camellos cerca del casco de barcos varados.

“Sobre el muelle, no estaba viendo nada. Sólo podía mirar un cementerio de barcos”, dijo Ban a reporteros luego de llegar a Nukus, la ciudad grande más cercana y capital de la región autónoma de Karakalpakia.

 “Es claramente uno de los peores desastres, desastres ambientales del mundo. Me impactó tanto”, comentó.

 La catástrofe del Mar de Aral es una de las mayores preocupaciones de Ban en su viaje de seis días a través de la región y está haciendo un llamado a los líderes de los países para que hagan a un lado rivalidades y cooperen en la reparación de parte del daño.

“Insto a todos los líderes … a que se sienten juntos y traten de encontrar las soluciones”, afirmó, prometiendo el apoyo de la Organización de Naciones Unidas.

Sin embargo, la cooperación se encuentra obstaculizada por desacuerdos respecto a quién tiene derechos sobre la escasa agua y sobre cómo debería utilizarse.

En un presentación a Ban antes de su sobrevuelo, funcionarios uzbecos se quejaron de que proyectos de una presa en Tayikistán reducirían severamente la cantidad de agua que fluye hacia Uzbekistán. La empobrecida Tajikistán ve los proyectos hidroeléctricos como clave potencial para obtener ingresos.

Agua: Un derecho escaso

La mayor parte de la superficie de nuestro planeta está cubierta por agua. Pero de esa enorme cantidad, casi el 98 por ciento es salada. Es decir que sólo un poco más del 2 por ciento de toda el agua del planeta es la que el hombre usa para vivir. Es un hecho: con el paso del tiempo será cada vez más complicado obtener agua potable. El hombre no parece ser consciente de que no se trata de un problema futuro, sino de una cuestión muy presente y real.

Imagen de  Agua: Un derecho escaso

Un hombre riega su campo en Camboya.

Se estima que para el año 2025, la demanda de agua potable va a superar en un 56 % al suministro – APLas dificultades que enfrenta la humanidad con respecto a la escasez de agua, ya comenzaron a alterar la vida de varias poblaciones alrededor del mundo, lo que va a impulsar a los países afectados a tomar medidas urgentes para evitar la propagación de enfermedades por el agotamiento de las fuentes de agua potable.

El problema de la falta de agua se debe a varios factores. La desertificación de los suelos y evaporación de las aguas por el cambio climático, el aumento de la población mundial, la contaminación de las reservas de agua dulce por agroquímicos, desechos cloacales e industriales.

Además, la alteración del ecosistema por causa de la tala indiscriminada de bosques produce inundaciones que afectan a las zonas de cultivo.

De acuerdo con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, en el mundo existen más de 1.100 millones de personas que carecen de agua segura. La distribución de las poblaciones con dificultades de acceso a las fuentes de agua están repartidas del siguiente modo: América Latina y El Caribe: 49 millones, Medio Oriente: 38 millones, África Subsahariana: 314 millones, Asia Meridional: 229 millones, Asia Oriental y Pacífico: 406 millones. A estos datos hay que agregarles los que viven sin agua potable en Europa, Asia Central y Estados Unidos.

La región más afectada es el África Subsahariana, ya que el 45% de la población no tiene acceso al agua segura, mientras que el 65% carece de un sistema de saneamiento, de acuerdo con la ONU.

En tanto, el Banco Mundial informó que 1,8 millones de niños mueren por año por sed o por enfermedades relacionadas con las aguas contaminadas.

Una investigación de la Universidad de Zaragoza afirma que las muertes diarias por sed suman unas 10 mil por día, siendo en su mayoría niños.

ZONAS CARENTES DE AGUA POTABLE

Brasil: Posee el 13% del agua dulce disponible en el mundo. Alrededor de 57 millones de los 190 millones de habitantes de Brasil carecen de agua potable en su mayoría por agua contaminada por pesticidas y por carecer de saneamiento.

Gran Chaco: Esta región que abarca parte de Argentina, Paraguay y Bolivia se encuentra sobre una gran cuenca hidrográfica. Pero, el avance de la desertificación y la contaminación provoca que el acceso al agua limpia sea cada vez más dificultoso.

Bolivia, Chile, Perú y Ecuador: El avance de la desertificación y el derretimiento de los glaciares afectan a grandes poblaciones de estos países. La agricultura excesiva provoca también la escasez de agua. En el pasado hubo diferencias entre Bolivia y Chile por el curso del río Silala, que abastecía a varios poblados de ambos países.

México: El Distrito Federal estaba ubicado en una zona fértil rodeado de lagos. El agua fue drenada y los bosques talados. En la actualidad, la lluvia se mezcla con las aguas servidas porque no hay un sistema de saneamiento adecuado.

Estados Unidos: El 95% del agua potable proviene de ríos subterráneos. El acuífero de Ogallala (Dakota del Sur, Nebraska, Colorado, Kansas, Oklahoma, Nuevo México y Texas) reduce su tamaño 12 mil millones de metros cúbicos al año, ya que el agua es utilizada para riego a un ritmo mayor que lo que la lluvia tarda en realimentarlo.

España: La escasez de agua afecta a 4,5 millones de personas solamente en Cataluña. Existen proyectos para desviar las aguas del río Ródano en Francia hacia Barcelona para evitar la sequía.

Lago Chad: Llegó a ser la cuarta reserva de agua dulce del mundo. Pero, en los últimos treinta años redujo su tamaño un 90% por el avance del desierto. Esto afecta a grandes poblaciones de Chad, Níger y Nigeria.

Nigeria: La desertificación aumenta 3.500 kilómetros cuadrados por año. La contaminación del río Níger por los agroquímicos y la intensiva actividad petrolera provoca que la mitad de la población carezca de agua potable.

Etiopía: Sólo el 24% de la población tiene acceso al agua potable. Aunque el Nilo Azul transite por el país, la falta de infraestructuras impide que el agua segura llegue a todo el territorio.

Zambia, Zimbabwe: La actividad agrícola intensiva provocó que la cuenca del Río Zambeze redujera drásticamente su caudal.

Egipto: Desde la finalización de la nueva represa de Asuán, en 1970, y por causa de la evaporación causada por el efecto invernadero, la pérdida de caudal del Nilo ha provocado grandes sequías, que forzaron a varios pobladores a abandonar sus hogares en busca de tierras más fértiles y de una mayor provisión de agua dulce.

Turquía, Siria e Irak: La cuenca del río Tigris y Éufrates es aprovechada río arriba (en Turquía) para agricultura y consumo humano, lo que deja con un débil caudal a Siria e Irak y provoca sequías y falta de acceso al agua segura.

Medio Oriente: 38 millones de personas no tienen acceso al agua potable. Una de las causas de la guerra de los Seis Días fue el acceso a la cuenca del río Jordán. En la actualidad, existe una disputa entre Israel y Líbano por el caudal del río Litani, mientras que el Mar de Galilea también es fuente de conflicto entre Israel y Siria.

Mundo Árabe: Se prevé para 2050 una reducción de lluvias en un 20% sumado al aumento de la población, lo que va a provocar la pérdida del 50% del agua potable necesaria.

Irán: En las provincias del este de Baluchistán y de Sistán unas 124 aldeas han sido enterradas bajo la arena por el avance del desierto. Las poblaciones sin agua tuvieron que reubicarse.

Mar Aral (Asia Central): La economía del algodón en la que Uzbekistán basó su fuente de ingresos provocó la sobreexplotación y desvío de varios afluentes del Mar Aral. Esta agricultura intensiva produjo una gran sequía y contaminación del agua y del suelo por los agroquímicos.

China, Mongolia: El desierto de Gobi crece 10.400 kilómetros cuadrados por año. Tres provincias de Mongolia han tenido que crear campos de refugiados por la falta de agua.

India, Bangladesh: El derretimiento de los glaciares produce una reducción en el caudal de los afluentes del río Ganges. Además, se registran altos niveles de arsénico en sus aguas.

Australia: Es el continente más seco del mundo. El fallido intento de torcer el cauce del río Snowy hacia el árido interior del país produjo que los ríos subterráneos se hayan desbordado y se mezclaran con agua salada. Esta acción produjo la contaminación de las napas en Nueva Gales del Sur.

Una de las metas de la ONU consiste en preservar el agua segura. Prevé situar la cantidad de consumo diario en 20 litros por persona. Actualmente, en Argentina se utilizan 45 litros diarios en promedio por habitante.

Las proyecciones nos son alentadoras. La asociación cristiana evangélica Tearfund prevé para 2050 unos 200 millones de refugiados solamente por causa de las sequías y aguas contaminadas. Mientras que la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) anuncia que para 2025 la demanda de agua va a superar en un 56% al suministro.

 

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