Sequía en Nicaragua: campesinos ya no saben qué esperar del cielo

17 mayo 2010

* Tradicionalmente los campesinos nicaragüenses solían ver “las pintas” del cielo para decidir si sembraban o no, ya que tenían una clara idea de cómo se comportaría la temporada lluviosa; sin embargo el tiempo ya no es tan previsible, y están confiando más en el Ineter

17 de mayo de 2010
Fuente: La Prensa
Nota de Wilder Pérez R.

Hasta hace pocos años los agricultores tradicionales solamente confiaban en su experiencia para calcular cuándo sería el mejor momento para sembrar. Bastaba ver la luna, el cielo o las aves, pero los cambios del clima los tienen “perdidos”. Ya no saben qué esperar del cielo.
“Nosotros esperábamos esta luna (para sembrar)… supuestamente el invierno inicia a fines de mayo”, comenta Abel Reinoza, habitante de La Borgoña, quien cada año siembra frijoles, tomate y piñas para autoconsumo y venta.

Las palabras de Reinoza parecen simples, pero reflejan que algo está cambiando en la forma de pensar de algunos productores tradicionales. Aparentemente están dejando de confiar en las señales de la Madre Naturaleza.

Reinoza y sus vecinos decidieron no sembrar en la luna tierna, a pesar de que tocaba en 15 de mayo.

Estuvieron a punto de hacerlo, pero notaron que la última lluvia había caído hacía dos semanas, y luego no cayó una sola gota de agua.

Cuando Reinoza insiste en que las lluvias podrían iniciar a fines de este mes, se refiere a las noticias. Antes no creía en los pronósticos del Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales (Ineter), pero ahora no tiene opciones, ya que no puede confiarse de las llamadas “pintas”, o señales del cielo.

El Ineter dio a conocer las previsiones de los primeros tres meses de la temporada lluviosa hace dos semanas. En las mismas señala que las precipitaciones regulares no iniciarán el 15 de mayo, sino el 24 de este mes.

Ésa es la esperanza de pequeños productores como Reinoza. Pero para Estela López Hernández, otra pequeña productora, la situación es distinta.

Ella no se asoma a las noticias, entonces sus esperanzas son reducidas. “Hay poca lluvia, es para que ya hubiera un buen invierno”, expresó al ser consultada sobre cómo miraba la próxima época de lluvia.

“Ahorita no sé, parecía que iba a ser bueno el invierno, pero parece que va a ser malo, parece que eso que dicen de El Niño todavía está, no va a pasar”, señaló López Hernández.

El Niño es un fenómeno que consiste en el sobrecalentamiento de la superficie del Océano Pacífico Sur. Debido a que los mares están estrechamente relacionados con la atmósfera, esta resulta afectada, de modo que se altera cuando algo cambia en los océanos.

Gracias a El Niño algunos países son afectados con exceso de lluvias, y sufren por inundaciones. En cambio, otros países como Nicaragua son afectados con sequías.

El Niño que se hizo presente el año pasado fue probablemente el más crítico que se haya registrado en Nicaragua, debido a que hubo regiones en donde el nivel de lluvias llegó a ser cero en algunas decenas de días de julio hasta noviembre, que son los meses más lluviosos.

López Hernández no se dio cuenta de las previsiones del Ineter, entonces cree que hay que prepararse sicológicamente otra vez para El Niño, un año más de sequía.

LLUVIAS PODRÍAN LLEGAR LA PRÓXIMA SEMANA

Por fortuna para los agricultores, el Ineter espera que empiece a llover con regularidad a partir del próximo lunes 24 de mayo.

Las estimaciones indican que las precipitaciones podrían no ser las esperadas para mayo, pero en junio y julio podrían estar un poco generosas en algunas zonas del país, sobre todo en el Norte.

Esto fue visto con agrado por la Unión de Productores Agropecuarios de Nicaragua (Upanic), quienes sí confían en los pronósticos del Ineter.

En una reunión reciente, los productores asociados a Upanic dijeron sentirse optimistas con las previsiones del Ineter, ya que apuntan hacia una época húmeda normal o un poco por debajo de lo normal.

A pesar del optimismo, no hay que subvalorar la palabra “normal”, ya que esto significa que, donde antes era seco, continuará siendo seco.

De esta manera, aun cuando en el Norte esté cayendo más lluvia, es probable que la franja que se extiende desde Ocotal, cerca de Honduras, hasta Tipitapa, al norte del Gran Lago de Nicaragua, continúe viendo menos precipitaciones de lo que en realidad esperan.

En la misma situación estarán Santa María, Dipilto, Macuelizo, Mozonte, San Fernando, San Lucas, Somoto, Yalagüina, Palacagüina, Totogalpa, Telpaneca, Condega, La Trinidad, Pueblo Nuevo, Estelí, La Concordia, San Isidro, Sébaco, Ciudad Darío, Terrabona, Teustepe, San Lorenzo y San Francisco Libre.

En cambio, el resto del país “disfrutará” de sus lluvias como lo hizo en 1992, 1995, 1998 y 2003. 

PRODUCTORES DUDOSOS

Se supone que 2010 tendrá una temporada lluviosa similar a la de esos años, pero esto no incluye fenómenos extremos, como el Mitch de 1998, que rompió con todas las marcas de lluvias que existían en el país hasta entonces.

A eso apuestan algunos productores de Ticuantepe, como Noel Sotelo, que se encuentra en un dilema porque, por un lado, las lluvias de hace dos semanas tomaron por sorpresa algunas de sus plantas y las hicieron madurar muy pronto, pero por otra parte, hay tierras que quedaron preparadas para precipitaciones que no volvieron.

Hasta antes de las lluvias del fin de semana Sotelo estaba preocupado por sus siembras de pitahaya, ya que sus flores reventaron antes de tiempo, gracias a la irregularidad del tiempo.

Félix Molina, un hombre de más de 60 años de edad, ya se resignó a dejar de creer en las señales del cielo, aunque no por eso deja de creer en Dios.

“Esperamos que mi Dios nos va a ayudar, si no, se pierde la milpa… sólo Él, yo ya ni me fijo en las pintas, ahí sólo Él”, comenta Molina, mientras continúa limpiando con azadón el maíz que sembró para sacar las semillas de la postrera.

El campesino de los alrededores de Managua lamenta que ya no puede confiar en las señales naturales.

“Estos tiempos que se están viviendo ya son diferentes, ya no son los mismos, antes podíamos saber cómo venía el invierno, ahora ya no”, añadió.

Molina no vio la película de Al Gore sobre el cambio climático, pero también percibe que el clima no es el mismo de cuando él nació.

A Molina y al resto de productores tradicionales, que todavía utilizan el azadón, ya sólo les queda cerrar los ojos y rezar. O creer en los pronósticos del Ineter, que igual cambian con el mismo ritmo con que la atmósfera presenta variaciones, que hoy en día son más comunes que hace algunas décadas.

Artículos relacionados
Compartir

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

El agua es vida, pero ¿Qué pasa cuando no tenemos acceso agua de calidad?  ¿Sabes a qué enfermedades nos exponemos?   ¿Qué sabes sobre el tema?

¡Pon a prueba tus conocimientos en este tema! ¡Y diviértete!

 Ir a la trivia